viernes, 30 de marzo de 2018

Buñuelos (con crema incorporada)

Esta receta de buñuelos queda riquísima para comer tal cual, sin rellenar, puesto que lleva crema pastelera incorporada en la masa y les da un sabor y una cremosidad impresionantes; aunque a nosotros, que nos gusta tanto la crema pastelera, además los rellenamos.
La idea la cogí de una forera llamada Mongeta, aunque su receta de crema no es la que yo uso, porque a nosotros nos tiene enamorado el sabor de la crema que saqué hace años del programa de cocina Más Fácil Imposible y que es la que os pongo en esta receta. Si no vais a rellenar luego los buñuelos con la crema, no tenéis que hacer tanta cantidad de crema; con la mitad tendríais de sobra para hacer esta masa de buñuelos.

Ingredientes:

Para la crema pastelera:
3 huevos ó 6 yemas
100 gr. azúcar avainillado (o azúcar + una cucharadita de esencia de vainilla)
1/2 litro de leche (en mi caso, semidesnatada)
50 gr. maicena
1 pizca de sal

Para los buñuelos:
150 gr. de crema pastelera
2 huevos
100 gr. harina
75 gr. mantequilla
125 gr. leche
1 pizca de sal
1 naranja (sólo la ralladura)
1 cucharada de anís
Aceite para freir
Azúcar para rebozar

Preparación:

En Thermomix:

Lo primero que tenemos que hacer es preparar la crema pastelera, para que se vaya enfriando en lo que luego preparamos los buñuelos.
Para ello, ponemos en el vaso todos los ingredientes a la vez y programamos 7 minutos, 90ºC,velocidad 4. Cuando termine, pasamos la crema a una manga pastelera y la dejamos enfriar. O bien la volcamos en un tazón grande y tapamos con film transparente de cocina, bien pegadito la crema para que no se forme costra.
En lo que se va cocinando la crema, vamos tamizando la harina en un cuenco y reservamos. Una vez se ha hecho la crema, en lo que se va enfriando, sin lavar el vaso, echamos en él la leche, la mantequilla y la sal y programamos 4 minutos, varoma, velocidad cuchara. Cuando pite la máquina, abrimos el vaso y volcamos de golpe la harina que habíamos tamizado y programamos 30 segundos velocidad 5. Sacamos el vaso de la
peana y dejamos enfriar.
Cuando se ha templado la masa, volvemos a colocar el vaso en la
máquina, añadimos los 150 gramos de crema pastelera y programamos 15 segundos a velocidad 5. Batimos los huevos en un tazón y con el vaso cerrado y la máquina en velocidad 5
vamos añadiendo por el bocal poco a poco los huevos, mirando que queden bien integrados en la masa. Cuando ya se haya quedado la masa como la que se ve en la foto (brillante y con los huevos completamente integrados en ella), volcamos la masa de los
buñuelos en un cuenco o en un plato hondo para poder ir cogiendo de ahí las porciones de masa para freir los buñuelos.
Calentamos aceite en una sartén, no demasiado (unos 170ºC, que no llegue a humear pero que si echamos un trocito de pan, suba a la superficie haciendo burbujitas de que se va friendo) y con ayuda de dos cucharillas untadas de aceite, vamos echando al aceite caliente porciones de masa, que freiremos de forma que se van dorando e inflando y, si hay suficiente aceite se darán la vuelta solos cuando uno de los lados esté hecho. Una
vez fritos, vamos sacando los buñuelos a un plato con papel absorvente de cocina para retirar el exceso de aceite y luego, aún
calientes, por otro plato con azúcar.
Podemos comerlos así y ya están muy ricos, sobre todo recién hechos. que están crujientes por fuera y fofitos por dentro.

Nosotros, normalmente, los rellenamos de crema de que ha sobrado de hacer la masa, y son irresistibles, ¡no queda ni uno!.


Modo Tradicional:
Lo primero que tenemos que hacer es preparar la crema pastelera, para que se vaya enfriando en lo que luego preparamos los buñuelos.
Para ello, ponemos en un cazo al fuego casi toda la leche, reservando un poco de leche en un tazón. En la leche del cazo ponemos la vainilla (o bien la cucharadita de esencia o bien una vaina de vainilla abierta a lo largo, para que infusione en la leche y le dé sabor). Mientras se calienta la leche, en el tazón donde dejamos la leche reservada echamos la maicena y mezclamos muy bien para que no haya grumos. Además, en un cuenco ponemos los huevos y el azúcar y mezclamos bien. Mezclamos con la leche con maicena y reservamos hasta que la leche del cazo esté caliente. Una vez ha infusionado la leche del cazo, retiramos la vaina de vainilla, bajamos el fuego y vertemos un poco de la leche caliente en el cuenco de las yemas, mezclamos bien y añadimos toda la mezcla al cazo de la leche caliente. Movemos continuamente a fuego lento hasta que la crema espese y reservamos, tapando con film transparente de cocina, bien pegadito la crema para que no se forme costra.
Ahora, tamizamos la harina en un cuenco y reservamos y en lo que se va enfriando la crema, empezamos a hacer la masa de los buñuelos. Así que ponemos a calentar en un cazo, que puede ser el mismo donde hemos preparado la crema, sin necesidad de lavarlo, la leche, la mantequilla y la sal y calentamos, removiendo para que la mantequilla se deshaga y quede mezclada con la leche. Apagamos el fuego y echamos de golpe la harina en el cazo, removiendo para que la harina quede "escaldada" y nos quede una masa homogénea que no se pegue a las paredes del cazo. Dejamos que se temple fuera del fuego, para que luego cuando añadamos los huevos, éstos no se cuajen.
Pasados unos 10-15 minutos fuera del fuego, que ya se haya templado la masa, añadimos los 150 gramos de crema pastelera y removemos para que se integre bien en la masa. Luego, con el cazo de nuevo a fuego lento, vamos integrando los huevos uno a uno, removiendo enérgicamente cada vez que añadimos un huevo y no añadiendo el siguiente hasta que el anterior no se haya quedado bien integrado en la masa. Tiene que quedar una masa lisa, sin grumos y brillante, como la de la foto. Volcamos la masa de los buñuelos en un cuenco o en un plato hondo para poder ir cogiendo de ahí las porciones de masa para freir los buñuelos.
Calentamos aceite en una sartén, no demasiado (unos 170ºC, que no llegue a humear pero que si echamos un trocito de pan, suba a la superficie haciendo burbujitas de que se va friendo) y con ayuda de dos cucharillas untadas de aceite, vamos echando al aceite caliente porciones de masa, que freiremos de forma que se van dorando e inflando y, si hay suficiente aceite se darán la vuelta solos cuando

uno de los lados esté hecho. Una vez fritos, vamos sacando los buñuelos a un plato con papel absorvente de cocina para retirar el exceso de aceite y luego, aún calientes, por otro plato con azúcar.
Podemos comerlos así y ya están muy ricos, sobre todo recién hechos. que están crujientes por fuera y fofitos por dentro.
Nosotros, normalmente, los rellenamos de crema de que ha sobrado de hacer la masa, y son irresistibles, ¡no queda ni uno!.



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